SILVIA MARTÍNEZ CASSINA: “HAY UN CERCO DE MIEDO INSTITUCIONALIZADO ENTRE MIS COMPAÑEROS”
Entrevista
de la Agencia Paco Urondo a la periodista y conductora de Canal 13, Silvia
Martínez Cassina, en el marco de la marcha “Ni una menos”. El apriete público
que sufrió por parte de la empresa.
Por
Josefina Figueroa y Juan Ciucci.
La
periodista del noticiero del mediodía de canal 13 y militante sindical, Silvia
Martínez Cassina, dio su primera entrevista con un medio tras el feroz apriete
del grupo Clarín en las páginas de su propio diario. Fue con la Agencia Paco
Urondo, en la marcha por el “Ni una menos”. "Ojo con la lucha,
Silvia, que esa Juana de la que hablan (por Juana de Arco) terminó quemada en
la hoguera", la amenazaron desde el multimedio.
APU:
En estos días se ha conocido esta agresión que sufriste en el diario, queríamos
preguntarte por lo que pasó...
Silvia
Martinez Cassina: Primero les digo que son las primeras declaraciones públicas
a los medios, porque quise limitarme al texto que escribí. Me siento
absolutamente representada por mi comisión interna de delegados.
Estoy
acá, manifestándome en un evento público, y entonces no me voy a callar. Porque
lo que defiendo es la libertad de expresión. Así que bienvenida la Agencia y
son los primeros con los que hablo, y a todos los medios que verdaderamente se
interesaron y se solidarizaron les pido disculpas. Pero era imposible responder
y ceñirme a ese texto que había escrito para no banalizar, no farandulizar, no
politizar.
Pero
me parece que fue un hecho gravísimo, que no se limita solamente a la
misoginia. Es un hecho de violencia de género, sí, brutal. Pero es un hecho de
persecución sindical que no es coyuntural, no es de ahora. Es la historia de
Artear, que es lo que puedo decir, y más allá abriendo el panorama, del Grupo Clarín.
APU:
Se da en una de las empresas donde más se violan los derechos de los
trabajadores...
S.M.C:
No sé si es la empresa donde más o menos, porque se violan los derechos
laborales, se precariza, hablemos de la flexibilización laboral del menemismo,
que es donde tengo memoria y experiencia laboral. Pero me parece que un
multimedios, con la infraestructura que tiene, con la inversión que hace en
medios de comunicación; que precarice, que tenga los salarios más bajos en
televisión, que se persiga sindicalmente. Pero no sólo sindicalmente, sino la
libertad de expresión. Hay un cerco de miedo que está institucionalizado entre
mis compañeros.
Y
me preguntabas por la repercusión. Me siento absolutamente fortalecida con esta
semana que fue emotivamente conmocionante y emocionante. Pero fortalecida, con
toda la respuesta de mis ex colegas, colegas, compañeros que trabajaron conmigo
y que ahora están afuera y que se sienten liberados por poder expresarse. Y
darme un mensaje de apoyo y solidaridad.
Adentro del canal, todavía se acercan con miedo. No te miran a los ojos.
Y
yo no estoy diciendo que no quieren involucrarse o comprometerse, no
públicamente. Tienen tanto miedo a eso que, ya sea por las presiones y las
represalias que pueden venir, no lo pueden expresar. Creo que tiene haber un
punto de inflexión, ojala éste sea un punto de inflexión para todos mis
compañeros. Y el silencio no es salud, como nos querían meter en la dictadura.
El silencio, aunque uno voluntariamente no lo quiera, es cómplice.
APU:
¿Cuál fue la reacción de la empresa frente a tu descargo?.
S.M.C:
Ninguna, de eso no se habla. Nadie me llamó ni para preguntarme qué te pasó,
estoy totalmente en desacuerdo con vos. El silencio es una respuesta misma.
APU:
Ni siquiera habiendo sido en vivo y por una frase “casual”…
S.M.C:
No es casualidad, yo tengo una historia de compromiso social y laboral y eso
molesta hace rato. Porque pasa que no soy permeable a las dádivas, a los
regalos, a las posibilidades especiales pero tampoco a la presión, al miedo o
el apriete. Indudablemente, esta es una fórmula nueva y yo no la podía dejar
pasar. Es gravísimo y es un límite. Los comunicadores sabemos el peso de cada
una de las palabras que usamos y la publicación viene de un jefe de sección,
que trabaja hace veinte años o más en esa sección de Clarín.
EL
TESTIMONIO
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